Published in:
01-09-2014 | Original Paper
Rectal-Specific Microbicide Applicator: Evaluation and Comparison with a Vaginal Applicator Used Rectally
Authors:
Alex Carballo-Diéguez, Rebecca Giguere, Curtis Dolezal, José Bauermeister, Cheng-Shiun Leu, Juan Valladares, Lisa C. Rohan, Peter A. Anton, Ross D. Cranston, Irma Febo, Kenneth Mayer, Ian McGowan
Published in:
AIDS and Behavior
|
Issue 9/2014
Login to get access
Abstract
An applicator designed for rectal delivery of microbicides was tested for acceptability by 95 young men who have sex with men, who self-administered 4 mL of placebo gel prior to receptive anal intercourse over 90 days. Subsequently, 24 of the participants self-administered rectally 4 mL of tenofovir or placebo gel over 7 days using a vaginal applicator, and compared both applicators on a Likert scale of 1–10, with 10 the highest rating. Participants reported high likelihood to use either applicator in the future (mean scores 9.3 and 8.8 respectively, p = ns). Those who tested both liked the vaginal applicator significantly more than the rectal applicator (7.8 vs. 5.2, p = 0.003). Improvements in portability, conspicuousness, aesthetics, tip comfort, product assembly and packaging were suggested for both. This rectal-specific applicator was not superior to a vaginal applicator. While likelihood of future use is reportedly high, factors that decrease acceptability may erode product use over time in clinical trials. Further attention is needed to develop user-friendly, quick-acting rectal microbicide delivery systems.
Resumen
Un aplicador diseñado para administrar los microbicidas rectales fue probado para determinar su aceptabilidad por 95 hombres jóvenes que tienen sexo con hombres, quienes auto-administraron 4 mL de un gel placebo antes del sexo anal receptivo durante 90 días. Posteriormente, 24 de los participantes auto-administraron rectalmente 4 mL de un gel tenofovir o placebo durante 7 días usando un aplicador vaginal, y compararon ambos aplicadores en una escala Likert de 1 a 10, 10 siendo la calificación más alta. Los participantes reportaron alta probabilidad de usar cualquiera de los dos aplicadores en el futuro (calificación media 9.3 y 8.8, respectivamente, p = ns). A los que probaron ambos les gustó significativamente más el aplicador vaginal que el rectal (7.8 vs. 5.2, p = 0.003). Se dieron sugerencias para mejorar la portabilidad, visibilidad, estética, comodidad de la punta, ensamblaje y embalaje de ambos aplicadores. Este aplicador específicamente para uso rectal no fue superior al aplicador vaginal. Aunque se reportó una alta probabilidad de uso en el futuro, los factores que disminuyen la aceptabilidad podrían afectar el uso del producto con el tiempo en los ensayos clínicos. Se necesita enfocar más atención en el desarrollo de sistemas de administración de microbicidas rectales que sean fáciles de usar y rápidas.